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Crónicas

A 50 años de la traición

Editorial PLO y Pésimo Servicio se unen para levantar en la Ex Cárcel de Valparaíso la manifestación: «A 50 años de la traición somos resistencia y memoria combativa por la verdad, la justicia, la reparación. Hoy más que nunca». El lienzo se mantuvo intacto después de las lluvias de la noche del domingo 10 de septiembre, hoy más que nunca la memoria se mantiene intacta.

Por Lourdes Díaz Rosales

La jornada comienza con los sentimientos envueltos en una frazada debido a que la noche anterior estuvo fría; la lluvia golpeando fuerte contra el techo mientras unas gotas retumban en la madera, más de cincuenta, eso es seguro. A la mañana aparece el sol como si nada, se necesitan botar lágrimas y una cuota de calor para tomar rumbo cerro arriba.

Mientras, pienso, cumplir cincuenta años, la mitad de un siglo, la historia del país donde un día comenzaron a desaparecer personas por militar en un partido político, por vivir en la población o por salir a jugar, porque durante la dictadura cívico militar en Chile desaparecieron y fueron acribilladas personas sin distinción de edades.

No olvidar: Iván Carreño, 16 años, estudiante, 13/08/74, Peñalolén, Santiago; Lorena del Pilar Escobar, 3 años, 08/10/78, Santiago; Jaime Rojas, 9 años, estudiante enseñanza básica, 11/08/83, Valparaíso. Son más de trescientos nombres de infantes y adolescentes.

Una intensa denuncia gráfica contra el fascismo se revela donde antes hubo una cárcel.

Continúo mi trayecto, más de cincuenta pasos son los que debo dar para llegar hasta el Parque Cultural Ex Cárcel. Hoy es un sitio de memoria, imborrable, donde personas fueron recluidas y torturadas antes y durante la dictadura cívico militar. Al llegar, observo frente a mí las palabras que interpelan a quienes traicionaron, violentaron y terminaron acabando con las vidas de quienes hoy no están, pero sus familias, amistades y quienes no tenemos relación o parentesco, nos remueve la persistencia por exigir justicia, reparación y garantías de no repetición. Finalmente me siento parte de una generación que es hija de la «democracia» pero nieta de la dictadura.  

En la espera aparece Pablo Suazo Arancibia, Artista al servicio de las Artes, Poeta y quien elabora la impresión de su proyecto, Editorial Plo. Comienza su trabajo hace trece años aproximadamente, generando publicaciones y afiches en la ciudad de Viña del Mar, Valparaíso y Santiago. En conversación con Pablo, comenta que la editorial ha sido la manera más honesta que ha tenido para canalizar las escrituras que lee y apunta desde que tiene memoria, y a ello suma lo siguiente sobre su significado:

–PLO es un acrónimo de Proyecto Literario Ordinario, con esto hablamos de una iniciativa que cuida y propone las palabras como un bien común. Usualmente se dice que la gente no lee; yo pienso lo contrario, la gente lee todo el día, leemos mensajes, señaléticas, las nubes, las personas (que nos dejan buenas o malas impresiones) carteles y cartas. En este sentido las palabras toman otro respiro y empuje si las materializamos como si fueran un libro ampliado, a un lugar público, para mí de eso se trata.

-Practicar y pensar que palabra e imagen unidas jamás serán vencidas.

Suazo activa la literatura en citas que rompen largamente las barreras del nicho literario, como esta de José Ángel Cuevas, un lema de la Revuelta.

Comenzamos a avanzar bajo la luz del sol junto a Kika, está realizando los registros fotográficos de este día. Retrata a Pablo con La Enredadera de la Memoria en sus manos, obra de Leandro Silva, profesor de la Facultad de Arte de la Universidad de Playa Ancha.

–Hace un año más o menos la Gladys me invito a una feria del libro en la Ex Cárcel y allí me propuse hacer lo mismo con el trabajo que he realizado los últimos años. Se apoderó de mí una certeza lenta y ambigua: la de empastar libros de una página. Un puñado de afiches y mantos y otros impresos entregados al descontrol público. Hoy hay una conmemoración de medio siglo en el aire y hay muchas voces poniéndolo en escena. Esta bueno compartir lo que uno aprende. 

Ahora que lo pienso, opino que, si estuviera reflexionando, de seguro estaría imprimiendo esa reflexión: que seamos resistencia y memoria combativa por la verdad, la justicia y la reparación. Hoy más que nunca.

Escribir esta crónica trae consigo sentimientos encontrados, la tarde del domingo me encontré frente a las imágenes de personas detenidas y desaparecidas, en el mismo momento una mujer comienza a decir a viva voz:

«–¿Para qué seguimos con esto?, tenemos que avanzar con las urgencias que necesita ahora el país».

Sea absorbiendo obras ajenas o creando las propias, las huellas del oficio están en las manos de Suazo.

No me atrevo a decirle nada, sólo la observo con el ceño fruncido y vuelvo a la conversación con Pablo después de ese flashback, justamente me expresa la urgencia de mantener viva la memoria, ¿la dejamos morir?, ¿o agoniza a nuestro alrededor en el día a día? Con discursos de parlamentarios y una ciudadanía que poco a poco suma y sigue con el negacionismo, a cincuenta años de la traición.

¿Cómo fue realizar la manifestación «A 50 años de la traición…» este 11 de septiembre?

–Bueno, esta manifestación es el resultado de varias personas, digo varias porque el texto fue compuesto por la Colectiva de Expresas Políticas El Buen Pastor de Valparaíso, la Agrupación de Marinería Antigolpista y los Presos Políticos Ex Cárcel de Valparaíso. Entre todas esas voces se compuso esta declaración que luego fue materializada como lienzo por cuatro personas: Paula Cometa, Carla Romero, El Fome y yo.

El trabajo de escritura es un oficio que requiere de tiempo y frente a esto último, siento que esta obra cobija sentimientos y hechos vivos, porque todas las mantas que le preceden han sido referencias, citas. Creo que un texto o cita reubicado toma vida, por eso mismo creo que este manto en esta fecha esta doblemente vivo.

Les agradezco a Pablo y a parte del colectivo que se encuentra presente, nos retiramos junto a Kika sin antes seguir revisando parte de la conmemoración. Es tanto el material de archivo que se ha liberado luego de cincuenta años, me sorprende la cantidad de tiempo que tiene que pasar. Son más de cincuenta pasos los que tengo que dar de regreso a casa, saco mi celular y en la red social me encuentro con un video de Augusto Góngora quien dice que también necesitamos reconstituir nuestra memoria emocional. Pienso, hoy hubiese encontrado las palabras para responderle a la mujer de ayer o probablemente no, prefiero documentarlas aquí y recordarme NO OLVIDAR.

La obra y manifestación A 50 años de la traición somos resistencia y memoria combativa por la verdad, la justicia, la reparación. Hoy más que nunca, permanecerá en la explanada del Parque Cultural Ex Cárcel hasta octubre.

(*) Fotos de Kika Francisca González.

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